Ahlam ya puede estar erguida un tiempo cada día, tal y como era necesario para su rehabilitación, gracias a su nuevo bipedestador, conseguido gracias a la solidaridad de todos los que colaboraís con la fundación.
Felices de verla tan contenta y saber que es tan querida y está tan cuidada por sus padres que ahora, más aliviados al contar con el ‘bipe’, saben que su hija ha mejorado su calidad de vida.